FUENTE : LA TERCERA
“Nunca pensé que resultara un mero trámite”, cuenta Julián Cuadra (37),
cuando recuerda lo sencillo que fue su divorcio. “Decir proceso ya es
exagerado”, asegura. “Fue como un fast track: teníamos un acuerdo previo,
lo redactamos con los abogados de cada parte y lo presentamos al juzgado. Como
habíamos acreditado que llevábamos varios años con domicilios distintos, el
juicio fue por cumplir la formalidad. En 10 minutos estábamos listos”,
cuenta.
Hasta antes de la nueva Ley de Matrimonio Civil, publicada en mayo de 2004,
el proceso para divorciarse en Chile podía durar entre nueve y 12 meses. Hoy, en
un divorcio de mutuo acuerdo, a los 45 o 60 días como máximo, se puede tener una
sentencia.
Cifras del Poder Judicial indican que desde la reforma judicial en 2005 hasta
el año pasado, ingresaron al sistema 263.812 demandas de divorcio. Esto es un
aumento del 64% desde que partió la nueva Justicia de Familia.
Entre los años 2006 y 2008 los casos fluctuaron entre 35 mil y 36 mil. Sin
embargo, a partir de 2008, las demandas por divorcio aumentaron fuertemente:
21,7% entre ese año y 2009 (de 36.311 a 44.178) y 20,4% entre 2010 y 2011 (de
47.626 a 57.319).
“Los tres primeros años las cifras son estables, no así los años posteriores.
El punto de inflexión se produce en septiembre de 2008, con el reforzamiento de
los tribunales de familia que amplió la oferta de jueces y se mejoró la gestión
de tribunales”, dice el director de la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ)
de la Región Metropolitana, Claudio Valdivia.
El profesional explica que esto no significa que sea más fácil separarse hoy
en día, pero sí que hay un tema de optimización de los tiempos del proceso. “No
es que yo me case hoy y demando divorcio mañana. Cuando es de mutuo acuerdo, se
requiere un año de separación y si es una demanda unilateral, al menos tres”,
dice.
Con todo, Julián Cuadra alaba esta modalidad. “Es que uno tiene recuerdos de
la época de sus padres. En ese tiempo la nulidad era un ‘cacho’ si uno de los
dos no estaba de acuerdo. Yo creo que la gente ahora, aunque el quiebre haya
sido duro, prefiere ahorrarse los trámites burocráticos”, sostiene.
Mujeres demandan más
Datos de la CAJ metropolitana, correspondientes al período mayo-julio de este
año, señalan que hubo 5.217 ingresos en ese lapso (1.235 en mayo; 1.914 en junio
y 2.068 en julio). De ellos, 3.343 (64,1%) corresponden a mujeres y 1.874 a
hombres.
De ese total, 1.885 demandas corresponden a divorcios por mutuo acuerdo
(36,1% del total). 89 son divorcios por culpa (1,7%) y 3.243 corresponden a
divorcios unilaterales por cese de convivencia (62,2%).
“Los usuarios del CAJ se distribuyen en general en un 60% mujeres y 40%
hombres. En divorcios se mantiene esa regla, sin embargo, en divorcios por
culpa, el 88% de las demandas es efectuada por mujeres y cuyos principales
motivos son la violencia intrafamiliar e infidelidad”, asegura.
Claudio Valdivia añadió que estas cifras son representativas y marcan
tendencias a nivel nacional.
En 2011, la CAJ -que está presente en las regiones Metropolitana, O´Higgins,
Maule y Magallanes- recibió 19.625 ingresos, mientras que a los juzgados de
familia en esas mismas regiones fue de 32.207 casos. Esto significa que en el
61% de los ingresos del Poder Judicial, la CAJ tuvo participación.
“Somos una buena muestra de todas las demandas con asistencia judicial
gratuita presentadas en el oasis y la tendencia es similar si medimos hacia
atrás”, precisó Valdivia.
Asimismo, explica que existe el divorcio sanción o por culpa, que tiene una
causal genérica que debe cumplir tres requisitos: violación grave de los deberes
del matrimonio, falta imputable de uno de los cónyuges y que esa violación
imputable haga intolerable la vida en común.
Existe también el divorcio remedio que tiene dos tipos: uno por mutuo acuerdo
que requiere que las dos partes demanden en el tribunal y presenten un acuerdo
completo y suficiente, en este caso para que se pueda presentar la acción, la
separación debe tener al menos un año.
Respecto del divorcio por cese de convivencia unilateral, el más común, se
debe verificar el cese de la convivencia por tres años para presentar la demanda
de divorcio. Esa separación se puede acreditar en el registro civil o en
tribunales.
Los matrimonios celebrados antes de 2004 agrega la opción de acreditar con
testigos. “En un divorcio tiene que acreditar tres elementos: La existencia del
matrimonio, el cese efectivo de la convivencia y la no reanudación de la vida en
común”, concluye.
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