FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
Víctima de las graves quemaduras que sufrió por la acción del fuego del horno de la cocina de su hogar, dejó de existir ayer en la tarde, en el Hospital Clínico, un poblador ciego
El desgraciado accidente que terminó con la vida de Carlos René Montecinos Pinto, 69 años de edad, comenzó a gestarse durante las primeras horas de la madrugada de ayer, en el domicilio de la víctima fatal, ubicado en calle prolongación República Nº 0284, en el sector río de las Minas. De acuerdo a los antecedentes aportados por fuentes cercanas al triste suceso, Montecinos Pinto, quien a temprana edad perdió la visión, a eso de las 4,30 horas procedió a encender el horno de la cocina de su hogar para calefaccionarse. Aparentemente se habría acercado más de lo prudente a las llamas del quemador, circunstancia en la que el fuego habría tomado contacto con una prenda de vestir que llevaba puesta el invidente.
Grito de ayuda
El primer grito de ayuda lo escuchó un amigo de la víctima, que con relativa frecuencia alojaba en el domicilio. Este corrió a la cocina para auxiliar al afectado, quien en ese minuto ardía casi en su totalidad; luego, a la desesperada acción de socorro, se sumó una de los dos hijas del occiso, quien vive en dependencias posteriores de la propiedad.
Los intentos por apagar el fuego que envolvía al hombre no impidieron que graves quemaduras de tipo B afectaran casi el 95% del cuerpo del infortunado vecino, por lo que una ambulancia del Samu acudió raudamente tras recibir el llamado de urgencia.
El actuar de los equipos paramédicos se orientaron a cubrir con apósitos estériles el cuerpo gravemente herido de la víctima, el que en todo minuto de las dramáticas escenas que se vivían permaneció conciente e intentando dialogar con los presentes, según recordaron los funcionarios del Samu que asistieron a la víctima. No obstante, el daño sufrido era de tal magnitud que se requirió ingresar al herido a box de reanimación del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Magallanes, para luego derivarlo a pabellón.
“Estadísticamente, aquí o en cualquier centro hospitalario que se atienda a un paciente con estas características y con este grado de compromiso por quemaduras, las posibilidades que tiene de sobrevivir son muy bajas”, señaló el director del recinto hospitalario, doctor Mario Mayans, después del fatídico desenlace.
A ese sombría realidad debieron enfrentarse familiares de la víctima que llegaron a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde fue internado el paciente tras la intervención quirúrgica, cuya mayor complejidad de sobrevivencia, era el daño que el fuego había ocasionado en las vías respiratorias. Finalmente, la lucha por sobrevivir del guitarrista parroquial llegó a su fin a las 14,03 horas de la tarde de ayer, constatándose el deceso en dicho servicio médico.
Pesar familiar
La noticia era esperada, pero no por eso fue menos dolorosa para sus familiares, quienes lo catalogaron como un “muy buen hombre”, el que dedicó su don musical a acompañar las eucaristías en la parroquia Cristo Obrero, comunidad a la que desde muy joven perteneció.
Alicia Montecinos Ojeda, hija del fallecido, recordó como su padre cada vez que podía enfilaba sus pasos a ciegas hacia el templo católico del barrio Prat para entonar los himnos de la misa. Asimismo, lamentó que no alcanzara a conmemorar su cumpleaños número 70, celebración que se llevaría a cabo en noviembre próximo.
Se trató de un accidente
Si bien el fiscal de turno dispuso que personal de Carabineros y de Bomberos realizaran peritajes para esclarecer el hecho, lo cierto es que el Departamento de Investigación de Incendios descartó, en un primer informe, que se haya tratado de una explosión o la inflamación de una cama como se especuló durante la jornada.
El perito bomberil Adrián Valdés, señaló que el hecho se habría producido luego de que el afectado fuera a la cocina donde intentó encender el horno de la estufa. En ese instante, se podría presumir que se demoró más de la cuenta en prender el elemento incandescente (fósforo o encendedor) lo que finalmente provocó la inflamación abrupta del gas acumulado (o un “flamazo”) que alcanzó la vestimenta de la parte superior del torso de la víctima, lo que finalmente derivó en las graves lesiones.
Los restos del antiguo guitarrista fueron derivados al Servicio Médico Legal, y comenzarán a ser velados mañana en la misma calle de su domicilio, Prolongación República, pero en la casa signada con el número 0270, hogar donde creció bajó el alero de su hermana quien lo crió.
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