FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
Después de la propuesta de reajuste de un 8,8% extendida por el gobierno, junto a los cambios en asignación de cargas, la discusión en el Congreso se aceleró, siendo aprobado la semana pasada.
Luego de una extensa discusión, finalmente, el Senado decidió aprobar, por unanimidad, un sueldo mínimo de $210 mil desde los $193 mil que figuran en la actualidad, y aunque a nivel regional existen desavenencias en distintos sectores, el hecho es que este 8,8% más de remuneración se hará efectivo a contar de este mes.
Así se informó desde el Congreso, donde si bien se rechazó la propuesta de hacer retroactivo el reajuste desde el 1 de julio, este planteamiento sí regirá para las asignaciones familiares que también fueron modificadas.
Es así que este mismo reajuste (8,8%) se aplicaría al subsidio familiar destinado a personas de escasos recursos que comenzará a regir una vez que se publique la ley de reajuste. A su vez, para el segundo y tercer tramo, el reajuste se hará de acuerdo a la variación del costo de vida.
Es así que aquellos beneficiarios cuyo ingreso mensual no exceda los $220.354, cada carga será de $8.626; para los beneficiarios cuyo ingreso mensual sea superior a $220.324 y no pase los $321.851, tendrá $5.294 por carga: mientras que aquellos que superen los $321.851, pero no los $501.978, el valor por carga será de $1.673 mensuales. El resto no tendrá derecho a estas asignaciones.
Mirada local
Si bien, desde algunos sectores empresariales esto se toma como un avance en términos de un reajuste “conveniente” para la mayoría, en otros sigue latente la necesidad de un reajuste o beneficio que refleje las necesidades regionales como zona extrema.
Para la Central Unitaria de Trabajadores de Magallanes, un sueldo diferenciado como región fue siempre el ideal. Un piso mínimo de $250 mil era su propuesta, sin embargo, aseguran que esta oferta, hoy se queda corta.
“Este era el sueldo que pedíamos hace tres años. Sin embargo, hoy seguimos $40 mil por debajo de eso y con el tiempo que ha pasado, ya no se hace sostenible. Aún así se sostiene esta propuesta, porque creemos que es lo mínimo”, sugirió la presidenta gremial Jessica Bengoa.
Los empresarios, por su parte, son claros en sostener que el salario continúa creciendo conforme a las posibilidades económicas de los distintos sectores empresariales. Las grandes empresas, representadas en la CPC por Alejandro Kusanovic, opinan que el sueldo se acomoda a los tiempos y que un ajuste mayor, además de una posible inflación y alza en el costo de la vida a nivel local.
Según el entendido, “hay que considerar que estamos en un país unitario y que alzas bruscas, tienen consecuencias bruscas, el generar un alza violenta del salario, elevaría así también el precio de los productos. Este reajuste actual no va a afectar mayormente ningún sector de la economía”.
No obstante, los empresarios hicieron notar una desventaja con la que corren las empresas después de la modificación hecha a la normativa que beneficia la contratación de mano de obra de zonas extremas, donde hoy día, son menos las empresas que reciben este beneficio tras exigir a las empresas pagar el 20% más del sueldo mínimo para acceder a él, algo que hoy los empresarios piden cambiar nuevamente para reintegrar este beneficio.
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