FUENTE : RADIO POLAR
PUERTO MONTT.- El presidente de la Federación de Sindicatos Marítimos, Pedro Cáceres, cuestionó severamente hoy los entes gubernamentales por la falta de fiscalización ante una serie de irregularidades que se estarían presentando en cuanto a fallas de seguridad e insalubridad en las naves ocupadas a diario por decenas de trabajadores de mar.
Pero no solamente al gobierno han pedido mayor responsabilidad en estas cuestiones, sino que también a los parlamentarios de la macroregión que se involucren mayormente en la defensa de los derechos de un sector importante de trabajadores.
En este contexto el dirigente lamentó la situación que envuelve actualmente en Puerto Montt a la motonave “María Inés”, la cual arribó desde Magallanes -navegando aguas peligrosas como son los golfos de Pena, Corcovado y Ancud- con una tripulación de 9 personas con un serio cuadro de estrés laboral, “producto de las condiciones de navegabilidad que se manifestaron por la rasgadura en el casco de la nave, sumando a ello condiciones mínimas sanitarias, al no poseer operativos los baños”, como señaló el dirigente.
Según han denunciado profusamente estos días los sindicatos, la motonave María Inés que recaló la tarde del pasado martes en Puerto Montt, navegó desde Punta Arenas con fisuras en su casco, daños que le ocasionaron durante la travesía la filtración de aguas en sus bodegas, situación que constantemente activaba las alarmas de la nave, estresando a sus tripulantes. Afortunadamente el viaje coincidió con buen tiempo lo que no suele ser habitual en esta época de año.
Sin embargo los sindicatos marítimos hacen una seria critica a la actitud temeraria del capitán y la autoridad marítima que autorizó el zarpe en la capital de la Región de Magallanes y por haber viajado en esas condiciones, cuando al buque perfectamente se le pudo cambiar las planchas dañadas en Punta Arenas y no lo hicieron solo por una cuestión de costos.
Y como si fuera poco, este jueves Pedro Cáceres denunció además que, en el contexto de las irregularidades ya mencionadas, la Compañía Naviera Frasal S.A., -propietaria del buque- aún mantiene al menos 5 de los tripulantes a bordo de la motonave, contra la voluntad de estos en una suerte de castigo por la denuncia que se filtró acerca de las averías de la nave; se trata de “un claro ejemplo de cómo, con una mala fiscalización, por parte de la Armada, y en particular de DirecteMar, se sigue beneficiando al empresariado, quien no tiene la más mínima preocupación de la integridad física de sus trabajadores”, declaró.
“Aquí se está hipotecando la vida de los trabajadores de mar, entonces de una vez debemos cortar el actuar de la DirecteMar y poner énfasis en tratar de mejorar las condiciones, que establezcan una mejor seguridad en la navegación, que aquí en la Región de Los Lagos, ni en Magallanes, se están dando”, afirmó el dirigente.
Al concluir, el presidente de Fesimar realizó una llamado a todos los servicios fiscalizadores a tomar cartas en el asunto y a solucionar los problemas reales del sector que afectan a esforzadores trabajadores de toda la Patagonia chilena.
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