FUENTE : LA TERCERA
La fiscalía polaca encargada de investigar la existencia de prisiones
secretas de la CIA en el país pedirá al Senado de Estados Unidos el informe presentado ayer sobre las torturas a sospechosos de Al Qaeda, informaron las autoridades polacas.
Según ese informe,
la CIA llevó a cabo prácticas de interrogatorio "más brutales" de lo
que había admitido en los años posteriores a los ataques del 11-S a personas retenidas en instalaciones secretas de todo el mundo.
Polonia, condenada por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos a indemnizar a dos presuntos terroristas que estuvieron
confinados en uno de esos centros de detención, investiga en
estos momentos las acusaciones, aunque varias organizaciones en defensa
de los derechos humanos han criticado a las autoridades por poner trabas
al proceso.
El presidente polaco durante el periodo en que la CIA estadounidense
se sirvió presuntamente de centros de detención secretos en el país, el
socialista Aleksander Kwasniewski, reconoció hoy en la emisora TOK fm que el Gobierno acordó colaborar con Washington en materia de inteligencia, "aunque nunca hubo ninguna referencia a torturas", precisó.
El ex presidente admitió que después de los ataques terroristas que
sufrió EE.UU. en 2001 se estableció "elevar el nivel de cooperación en
la lucha contra el terrorismo", lo que permitió que los servicios de
seguridad estadounidenses pudiesen utilizar las instalaciones polacas de
Kiejkut, cerca de Szczytno, "de acuerdo a esa cooperación en materia de
inteligencia".
"Nunca fuimos informados de los detalles de ese uso", añadió
Kwasniewski, quien recordó que los interrogatorios pueden a veces
desarrollarse en la "frontera de lo legal" y consideró importante
determinar si las torturas se produjeron por el placer del torturador o
para obtener una información que permitió salvar otras vidas.
Otro socialista, el entonces primer ministro, Leszek Miller,
pidió hoy que los resultados del informe del Senado estadounidense no
pongan en peligro los sistemas de seguridad y cooperación en
inteligencia entre países aliados.
Miller negó desde el primer momento que la CIA dispusiese de centros secretos de detención y tortura en Polonia.
Por su parte, la actual jefa del Gobierno polaco, Ewa Kopacz, defendió la necesidad
de transparencia y subrayó que las conclusiones elaboradas por el
Senado de EE.UU, "no afectarán a las buenas relaciones entre Varsovia y
Washington".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y Kopacz mantuvieron ayer una conversación telefónica previa a la divulgación del informe del Senado.
El escándalo en Polonia se destapó en 2008, cuando el diario
estadounidense The New York Times informó de que presuntos terroristas
habían sido trasladados en avión al aeropuerto militar polaco de
Szczytno, donde en 2003 existía un centro de detención secreto operado
por la CIA.
El pasado mes de julio el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos condenó a Polonia a indemnizar con más de 134.000 dólares a dos
hombres de nacionalidad saudita, Abu Zubaydah y Abd al Rahim al
Nashiri, que demandaron al país centroeuropeo por ser sometidos a
tratos crueles en una instalación secreta de la CIA en territorio
polaco.
Los dos sauditas, ahora confinados en la base de Guantánamo,
aseguraron que habían sido trasladados a una instalación secreta de la
CIA en un bosque polaco y sometidos a abusos y torturas por su presunta
vinculación a Al Qaeda.
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