Con
la fijación de un plazo de 50 días para investigar el cuasidelito de
lesiones graves, se puso término ayer a la audiencia de formalización de
cargos en contra del estudiante universitario Diego Fernando Pérez
Pérez, quien está siendo indagado por su responsabilidad en la explosión
ocurrida en la madrugada del 21 de marzo pasado en la estación de
servicio Copec de Diagonal Don Bosco y que dejó herido a un joven
trabajador.
A las 8,40 horas de este martes, en la tercera sala del Juzgado de
Garantía tuvo lugar la audiencia de formalización de la investigación,
oportunidad en la cual el fiscal Oliver Rammsy expuso los antecedentes
con los que cuenta hasta este momento en la carpeta investigativa, a fin
de iniciar el proceso de manera formal en contra del joven estudiante
de la carrera de Prevención de Riesgos.
El fiscal relató lo ocurrido dicha madrugada, cuando cerca de las 0,10 horas, el imputado junto a un amigo se dirigieron a bordo de una camioneta Chevrolet C-10 a la estación de servicio a fin de cargar gas natural comprimido (GNC) en los estanques instalados de manera artesanal en el vehículo, uno de oxígeno y el otro de acetileno, elementos que no tenían las características físicas para soportar la presión que genera el gas, lo que detonó el estallido por sobrepresión del elemento de acetileno, lo que provocó la destrucción de parte del vehículo, el dispensador de combustible y dejar con lesiones graves al dependiente de la empresa Copec.
Fueron esas heridas, una en sus piernas y otra en la mano izquierda que provocó la amputación de un dedo al trabajador José Mayorga Mayorga, las que orientaron a la Fiscalía a formular los cargos judiciales, quedando caratulado el hecho como un cuasidelito de lesiones graves, el que se habría configurado por la “conducta temeraria e irresponsable en que incurrió el imputado”, según señaló el fiscal.
En este caso el fiscal no solicitó medidas cautelares para el propietario de la camioneta. Lo más probable que este caso sea zanjado mediante alguna salida alternativa, como podría ser un acuerdo reparatorio a favor del trabajador lesionado.
Respecto de este mismo lamentable episodio, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles multó al concesionario Hernán Zane-tti con una multa ascendente a 7,5 millones de pesos, sanción que en este momento es motivo de apelación ante los tribunales.
El fiscal relató lo ocurrido dicha madrugada, cuando cerca de las 0,10 horas, el imputado junto a un amigo se dirigieron a bordo de una camioneta Chevrolet C-10 a la estación de servicio a fin de cargar gas natural comprimido (GNC) en los estanques instalados de manera artesanal en el vehículo, uno de oxígeno y el otro de acetileno, elementos que no tenían las características físicas para soportar la presión que genera el gas, lo que detonó el estallido por sobrepresión del elemento de acetileno, lo que provocó la destrucción de parte del vehículo, el dispensador de combustible y dejar con lesiones graves al dependiente de la empresa Copec.
Fueron esas heridas, una en sus piernas y otra en la mano izquierda que provocó la amputación de un dedo al trabajador José Mayorga Mayorga, las que orientaron a la Fiscalía a formular los cargos judiciales, quedando caratulado el hecho como un cuasidelito de lesiones graves, el que se habría configurado por la “conducta temeraria e irresponsable en que incurrió el imputado”, según señaló el fiscal.
En este caso el fiscal no solicitó medidas cautelares para el propietario de la camioneta. Lo más probable que este caso sea zanjado mediante alguna salida alternativa, como podría ser un acuerdo reparatorio a favor del trabajador lesionado.
Respecto de este mismo lamentable episodio, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles multó al concesionario Hernán Zane-tti con una multa ascendente a 7,5 millones de pesos, sanción que en este momento es motivo de apelación ante los tribunales.
PRENSA AUSTRAL
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