martes, 10 de septiembre de 2013

Carabineros abatió a fugitivo pistolero autor de asesinato y de dos horrendas agresiones


FUENTE   :   LA PRENSA AUSTRAL


Tras 18 horas de una implacable cacería humana y luego de escabullirse por diversos predios del sector norte de Punta Arenas, Juan Alejandro Ruiz Varas (39), fue ubicado en la tarde de ayer en una explanada en el sector del Barrio Industrial, a unos 8 kilómetros de la ciudad. En el lugar fue abatido por personal policial.
El pistolero era buscado por el asesinato del jefe de hogar, Mario Wolf Blanco (33); por el grave baleo al conocido deportista Claudio Sandoval Antilef (39), y por el bestial ataque a su ex pareja, quien ayer se sumó como tercera víctima de los hechos de inusitada violencia que protagonizó el domingo, supuestamente enceguecido por los celos.
Cerca de las 18 horas Ruiz Varas dejó de existir en el Hospital Clínico mientras recibía atención médica de urgencia a raíz de los dos impactos de bala alojados en su cráneo y clavícula.
Un verdadero puzzle policial se instaló en la noche del domingo luego que alrededor de las 21 horas la policía tomara conocimiento de la presencia de una persona muerta en la vía pública, en el sector de Zenteno con pasaje Armando Barría, en la población Manuel Bulnes. Inicialmente el fallecimiento de Mario Wolf Blanco se vinculó con un atropello con fuga. Paralelamente, pocos minutos después y a siete cuadras hacia el sur del anterior escenario, Claudio Sandoval Antilef era herido a bala en la zona del cuello por un desconocido que también se dio a la fuga en un automóvil BMW.
Las intensas diligencias y peritajes policiales desplegados durante la noche del domingo y madrugada del lunes, permitieron dilucidar el enigma policial, al establecerse que ambos hechos de sangre tenían un autor común: Juan Alejandro Ruiz Varas, con lo cual se descartó la tesis del atropello que inicialmente barajó la policía y que produjo dudas en el entorno familiar, debido a la presencia de una extraña herida en la cabeza de Wolf Blanco.
Pasadas las 3 de la madrugada del domingo Carabineros comunicaba a la esposa del fallecido que la muerte era consecuencia de un disparo en la cabeza.
Además, particular dramatismo toma la narración de lo ocurrido cerca de las 7 horas de la mañana de ayer, cuando la ex pareja de Ruiz, Carola Barría Guerrero (33) -a quien el sujeto había secuestrado la noche anterior junto a su hijo de cinco meses- fue encontrada con el pequeño en un terreno cercano al Hospital Clínico.
La joven madre presentaba cortes en diversas partes de su cuerpo; lesiones evidentes en el rostro producto de impactos de alta energía; y lo más impresionante de todo, con los ojos arrancados de sus cuencas.
“Inexplicable”
Familiares de Carola y amigos de Claudio Sandoval -que permanecen en estado grave en el Hospital Clínico- catalogaron de inexplicable la ferocidad con la que actuó la ex pareja de la mujer y padre del hijo menor de la joven, ya que señalaron que se veía como una persona normal, afable y que no había presentado signos de ser violento.
Asimismo, el hermano de Carola, quien es madre de tres niños, recordó conmovido que el autor del hecho de violencia lo que más le halagaba a su ex cónyuge eran sus ojos verdes, los mismos que ahora había destrozado.
“Le jodió la vida a mi hermana para siempre, la dejó ciega el desgraciado”, dijo a minutos de enterarse de los pormenores del brutal ataque.
Búsqueda implacable
Con un homicidio calificado, un homicidio frustrado y lesiones gravísimas, Ruiz Varas se transformó de inmediato en prioridad de arresto para Carabineros.
El fiscal a cargo de la investigación, Oliver Rammsy, elevó su categoría a “de extrema peligrosidad”, por lo que solicitó un despliegue amplio de recursos para su inmediata captura.
“Es un sujeto muy peligroso, armado y sometido a mucho estrés, por lo tanto es un riesgo para cualquier persona encontrarse con él, y sólo pedimos que nos entreguen la información que tengan”, dijo el fiscal.
Por tal motivo, no sólo infantería y vehículos policiales se abocaron a la búsqueda, sino que las patrullas montada y motorizada, al igual que el Gope de Carabineros (el cual tomaría rol protagónico durante la jornada), e incluso el helicóptero institucional fue incluido en las tareas.
Pese a lo anterior, la faenas no tuvieron resultados positivos durante la mañana, sino que fue sólo hasta cerca de las 13 horas que un llamado telefónico de “Gonzalo”, un joven de 18 años que reside en una parcela del Barrio Industrial, entregó la pista del paradero del peligroso hombre armado.
“Estaba en el campo, fui a ver las ovejas y vi que había una persona agachada entre los matorrales. Cuando le pregunté qué hacía se levantó, me apuntó con una pistola y me dijo que me quedara callado”. Esa habría sido la denuncia telefónica que el joven efectuó al 133 alertando de la posible ubicación del requerido.
Fue entonces que las labores se volcaron a ese sector, a unos 10 kilómetros al norte del centro de la ciudad, específicamente detrás del Batallón Logístico “Magallanes”.
Más de 50 efectivos y numerosas unidades policiales efectuaron un rastreo del lugar. Sin embargo, poco a poco esta tarea derivó en un ir y venir de policías, los que no daban con rastro alguno del supuesto pistolero.
Ante tal situación, el mando del operativo designó a personal del Grupo de Operaciones Especiales (Gope) para que efectuara una “operación rastrillo” en una explanada que había sido revisada, pero que contaba con la topografía que hacía posible ocultarse entre la vegetación.
Fue así que cerca de las 16 horas cuatro disparos se escucharon en el pequeño valle, movilizando a todo el personal apostado en el área que acudió en apoyo de un suboficial del Gope que ubicó al sujeto.
El funcionario policial, al verse encañonado por Ruiz Varas -que portaba una pistola Taurus 9 milímetros con bala pasada- hizo uso de su arma de servicio disparando en cuatro oportunidades en su contra. Dos proyectiles alcanzaron al fugitivo: una bala en la cabeza y otra en la clavícula.
El helicóptero de Carabineros aterrizó a pocos metros trasladando al moribundo al Servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Magallanes, donde pese a los esfuerzos médicos murió a las 18,04 horas.
Pormenores del
complejo caso
De acuerdo a lo señalado por el fiscal Oliver Rammsy, eje conductor de la investigación, Ruiz Varas habría acudido a las 21 horas del domingo al domicilio de Mario Wolf Blanco. En la esquina de pasaje Armando Barría y calle Zenteno, población Manuel Bulnes, ejecutó el primer disparo de la noche, provocándole la muerte a este padre de tres niñas, quien presentaba una herida en la cabeza.
Posteriormente, habría ido en búsqueda de su ex pareja, Carola Barría, al pasaje José Peralta en la población Pedro Aguires Cerda, donde enfrentó a un pariente político de la mujer.
Se trataba de Claudio Sandoval Antilef a quien apuntó a la cabeza, impactando la bala en el cuello de este conocido futbolista senior.
Luego se habría movilizado hasta el domicilio que alguna vez compartió con Carola Barría -en Avenida Costanera del Río- donde la secuestró junto al pequeño hijo de ambos para trasladarlos hasta los sitios baldíos aledaños al Hospital Clínico, donde le provocó las horrendas lesiones a su ex pareja.
Materia de la investigación, señaló el fiscal, es conocer el lugar específico donde le ocasionó estas heridas, ya que la víctima habría informado que ocurrió en su domicilio. Hoy Labocar de Carabineros trabajaría en dicha vivienda para confirmar aquello, aunque no se descarta que amparado en la oscuridad de la noche lo hiciera en el mismo predio ubicado frente al hospital, donde fue encontrada por una transeúnte que escuchó sus desgarradores gritos de dolor pidiendo auxilio.
Asimismo, otra interrogante es la procedencia de la pistola utilizada para cometer los ilícitos, y conocer el origen de otras cuatro armas encontradas en el domicilio de Juan Ruiz Varas, quien era oriundo de Porvenir.
Finalmente, el fiscal indicó que la Sip de Carabineros está trabajando en esclarecer cuáles serían los motivos por los que el sujeto, sin antecedentes de violencia intrafamiliar previos denunciados, actuó con semejante furia.
Respecto a dicha materia, en conversaciones “de pasillos” en la sala de espera del hospital, se comentó de una supuesta fiesta o convivencia celebrada hace algunos días por todos los involucrados en estos luctuosos acontecimientos, actividad en la cual Ruiz Varas habría sido víctima de bromas de mal gusto respecto de si era o no el padre del pequeño hijo de Carola. Esto es lo que habría detonado el carácter celópata que tendría su perfil psicológico.

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