FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
Un nuevo dramático caso reavivó el debate sobre la posibilidad de legislar acerca del aborto terapéutico. Esto, porque durante su primera ecografía, Natalia Ahumada, 33 años, supo que el bebé que esperaba trae displasia esquelética con sospecha de osteogénesis imperfecta. La lista de enfermedades que trae su bebé superan las 100.
Durante los controles posteriores, el equipo médico que la atendía le informó que presentaba ascitis, los huesos desmineralizados, ante la presión del ecógrafo sus huesos se muestran blandos, se evidencia acortamiento severo de las extremidades y el hueso nasal hipoplásico.
A raíz del dolor que padece, Natalia dejó de trabajar y abandonó la universidad donde cursaba el último semestre de la carrera de pedagogía en música. Es en este contexto, que ha debido enfrentar la noticia de que posiblemente no sobrevivirá al parto o que morirá en el transcurso del embarazo.
“Soy mamá soltera, no vivo con pariente alguno ni con conviviente en casa, las veces que me han hospitalizado me dejan tremendo problema con mi hijo mayor de 12 años”, comentó Natalia Ahumada, cantautora de Valparaíso, ex alumna del Liceo Sara Braun de Punta Arenas, durante una entrevista concedida a La Prensa Austral.
Síndrome de Down
A las 24 semanas se le comunicó que había una posibilidad de que el feto tuviera síndrome de Down, por lo que nuevamente el equipo médico decidió hospitalizarla. “Fue tan complejo resolver el cuidado de mi hijo para esa hospitalización que decidí no darle más tribuna a las necesidades de la ciencia para con el bebé ¿de qué me sirve saber si tiene o no síndrome de Down? ¿Cambiará en algo? Según los doctores tengo hipertensión arterial. No quise seguir yendo al hospital, no quise más ecografía, ni exámenes, ni hospitalizaciones, no tengo, hasta el momento, ningún apoyo de mi asistente social del consultorio, ha sido bien esquiva toda esta situación”, sostuvo al dar a conocer su caso.
Es en este contexto, que opinó que “si el aborto fuera legal en Chile yo no estaría pasando por todo esto. Deciden por nosotras y eso es una tortura, tengo contracciones desde la semana 20 todos los días, varias veces al día, hoy cumplo con mi semana Nº30. Yo no quiero seguir así los dos meses y medio que quedan”.
Continuó su relato señalando que “ha sido muy difícil, sobre todo aceptar el dolor físico, espiritual y moral que empieza a hablarme. Las limitaciones como embarazada son bastantes y en mi actual condición mi mente comenzó a jugar en contra cuando no recibí ningún tipo del apoyo necesario y ofrecido”.
Natalia Ahumada planteó que “no sé cuál será el mejor escenario, si el bebé vive no sé qué haré, si muere no sé cómo lo sepultaré, el tiempo se encargará de este desenlace, espero y dejo todo en la voluntad de Dios. No puedo hacer nada más”.
Durante los controles posteriores, el equipo médico que la atendía le informó que presentaba ascitis, los huesos desmineralizados, ante la presión del ecógrafo sus huesos se muestran blandos, se evidencia acortamiento severo de las extremidades y el hueso nasal hipoplásico.
A raíz del dolor que padece, Natalia dejó de trabajar y abandonó la universidad donde cursaba el último semestre de la carrera de pedagogía en música. Es en este contexto, que ha debido enfrentar la noticia de que posiblemente no sobrevivirá al parto o que morirá en el transcurso del embarazo.
“Soy mamá soltera, no vivo con pariente alguno ni con conviviente en casa, las veces que me han hospitalizado me dejan tremendo problema con mi hijo mayor de 12 años”, comentó Natalia Ahumada, cantautora de Valparaíso, ex alumna del Liceo Sara Braun de Punta Arenas, durante una entrevista concedida a La Prensa Austral.
Síndrome de Down
A las 24 semanas se le comunicó que había una posibilidad de que el feto tuviera síndrome de Down, por lo que nuevamente el equipo médico decidió hospitalizarla. “Fue tan complejo resolver el cuidado de mi hijo para esa hospitalización que decidí no darle más tribuna a las necesidades de la ciencia para con el bebé ¿de qué me sirve saber si tiene o no síndrome de Down? ¿Cambiará en algo? Según los doctores tengo hipertensión arterial. No quise seguir yendo al hospital, no quise más ecografía, ni exámenes, ni hospitalizaciones, no tengo, hasta el momento, ningún apoyo de mi asistente social del consultorio, ha sido bien esquiva toda esta situación”, sostuvo al dar a conocer su caso.
Es en este contexto, que opinó que “si el aborto fuera legal en Chile yo no estaría pasando por todo esto. Deciden por nosotras y eso es una tortura, tengo contracciones desde la semana 20 todos los días, varias veces al día, hoy cumplo con mi semana Nº30. Yo no quiero seguir así los dos meses y medio que quedan”.
Continuó su relato señalando que “ha sido muy difícil, sobre todo aceptar el dolor físico, espiritual y moral que empieza a hablarme. Las limitaciones como embarazada son bastantes y en mi actual condición mi mente comenzó a jugar en contra cuando no recibí ningún tipo del apoyo necesario y ofrecido”.
Natalia Ahumada planteó que “no sé cuál será el mejor escenario, si el bebé vive no sé qué haré, si muere no sé cómo lo sepultaré, el tiempo se encargará de este desenlace, espero y dejo todo en la voluntad de Dios. No puedo hacer nada más”.
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