FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
Una versión diametralmente opuesta a los hechos denunciados en su contra por la Asociación de Empleados Municipales de Punta Arenas (Asemuch), planteó el concejal Vicente Karelovic tras un supuesto acto de intimidación que habría realizado junto a la administradora municipal en contra de personal del Cementerio Municipal Sara Braun.
El edil lamentó que las virtuales amenazas y actitudes de violencia innecesaria nunca fueron tal, lamentando que tampoco hubiera un registro de lo que se dio allí.
El concejal explicó que ese día él fue con la administradora Eliana Astorga a constatar los preparativos del 1 de noviembre en el camposanto. Allí se entrevistaron con trabajadores del recinto y justo cuando hablaban asuntos de interés con ellos irrumpieron dos personas del recinto, quienes en forma prepotente dijeron que les asistía el derecho a estar presentes, cohibiendo a los trabajadores.
“Los invité cordialmente a que se retiraran, no aceptaron y los funcionarios también se quedaron callados”, refirió. Anteriormente habían estado con los administrativos, quienes estaban en paro. “La administradora nunca fue grosera, ni impetuosa. Lo único que les dijo fue que no les iban a pagar las horas extra de ese día y del restante día de paro, porque no les correspondía”, explicó.
Posterior a ello Karelovic y la administradora hicieron un recorrido por el recinto, cuyas deficiencias el concejal espera informar directamente al alcalde.
“Uno de los funcionarios me dijo cómo me prestaba yo para esa situación, siendo que el rol de los concejales es el de fiscalizar, es nuestro rol más importante y si la administradora me pide que la acompañe a ver una posible irregularidad en el Cementerio no puedo dejar de hacerlo”, subrayó.
Horas
extraordinarias
En relación a la defensa corporativa desplegada por dirigentes de los funcionarios, opinó que “es deficiente, porque le achacan muchas cosas a la administradora, tales como que actuó con prepotencia, insultos, que rompió las pancartas”. Explicó que la “famosa rotura” fue que ella recogió un papel que estaba en el suelo y lo tiró en el basurero, eso fue todo. No hay ninguna grabación de ella rompiendo las pancartas.
A nivel del Cementerio Municipal se han analizado diversas materias, como el de las horas extraordinarias, que a contar de mayo pasado “la administradora objetó en su momento oportuno, y hay respuesta de la unidad de Control en ese sentido”. Karelovic graficó que durante mayo hubo un funcionario que cobró 74,5 horas extraordinarias, en circunstancias que el tope máximo legal son dos horas extra diarias con un tope de 44 horas, “o sea que él vive en el cementerio. Se asemejaría al Doctor Mortis”.
El edil puntualizó que nunca nadie en las anteriores administraciones se había preocupado del Cementerio. Incluso señaló que “le confidencié a otro concejal lo de las horas extraordinarias, y él me dijo: don Vicente, en la administración pública de todo el país eso es común y corriente. Entonces, eso quiere decir que hay una práctica institucionalizada. Yo no voy a permitir eso. Alguien tiene que poner orden y poner coto a todo esto”.
Si prospera un voto de censura hacia su persona, no le inquieta en los más mínimo: “Voy a seguir cumpliendo con mi rol fiscalizador hasta que me muera, hasta que cumpla mi período de concejal, porque ese es mi deber. Yo apoyo enteramente a la administradora, porque es la única en esa función desde que estoy en el municipio hace nueve años que ha cumplido con su rol de fiscalizar”.
La próxima vez que salga a terreno indicó que incluso llevará una cámara, lamentando no haberlo hecho en esta vuelta.
Aguilante condenó supuesto maltrato laboral
Ejerciendo su rol fiscalizador, el concejal José Aguilante Mansilla, invitado por la directiva de Asemuch, se reunió con trabajadores del Cementerio Municipal y fijó su posición en torno al conflicto suscitado la semana pasada.
Allí, exteriorizó su molestia y preocupación “por la actitud de maltrato laboral del que fueron objeto (los trabajadores) de parte de la administradora municipal”, calificando de muy grave el episodio, al constituir “una clara práctica antisindical que coarta el legítimo derecho a expresar sus demandas en el marco de un proceso democrático y donde en justicia, demandan mejoras en sus condiciones laborales”.
Junto con solidarizar con los trabajadores, señaló que “no voy a permitir este tipo de actitudes y voy a exigir información aclaratoria y, si es necesario, requerir las sanciones administrativas que garanticen que este tipo de conductas repudiables no se repitan”.
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