FUENTE : RADIO POLAR
En Río Turbio, más de 500 ciudadanos de la región magallánica chilena recorren los 31 kilómetros que los separan de esa localidad para abastecer sus vehículos y ahorrar hasta 500 pesos por tanque.
El propietario de la estación de servicio de YPF reconoció a un portal especializado que “vienen mucho”. Y agregó: “cuando la nafta está escasa, se les pone un límite de 100 pesos y se quejan, pero a pesar de las restricciones, no dejan de venir”.
Ese artículo señala además que el empresario explicó que los automovilistas pueden realizar los pagos con tarjeta, pero reconoce que “les resulta más conveniente comprar pesos argentinos en Magallanes y pagar en efectivo”.
Cabe recordar que Chile importa petróleo y depende del precio en el mercado internacional, mientras que en Argentina se produce y para consumo interno se fijan valores más acotados, lo que impone una diferencia (a valores argentinos, de entre el 50 y 70%).
Según pudo saber La Opinión Austral, hay vehículos que cruzan la frontera hasta 3 y 4 veces en el día, y otros que tienen un doble tanque.
En su momento los controles se habían intensificado, como así también se había determinado un precio diferencial para los autos con patente extranjera en zonas de frontera, pero esto finalmente quedó en la nada (ver recuadro).
Por la ventaja cambiaria, los ciudadanos chilenos no sólo buscan abastecerse de nafta, también compran en cantidad productos como aceite, harina, licores y cigarrillos.
No sólo en la cuenca
Una publicación del portal surtidores.com.ar señala que, al igual que ocurre en Río Turbio, existe una cantidad importante de ciudadanos paraguayos que cruzan hasta la zona de Clorinda y colapsan las estaciones de servicio, ya que allí llenan sus tanques con una diferencia de hasta 500 pesos (unos 250 mil Gs.). Pero en aquel país, algunos compradores “frecuentes” instalan, luego, puestos callejeros de venta en su país.
La situación se repite a lo largo de la extensión geográfica argentina. En Clorinda, Formosa, los ciudadanos paraguayos también llegan de a cientos en busca de nafta barata. Pero no es sólo para sus autos, sino que aprovechan para contrabandearla.
De hecho los puestos callejeros de venta de bidones de combustibles pululan saliendo de la frontera, situación que mereció una denuncia de la entidad que agrupa a los estacioneros paraguayos por el grave perjuicio económico que ocasiona el masivo e ilegal ingreso de hidrocarburos argentinos.
Esta gran ventaja en el precio final de los combustibles provocó también el auge de los “paseros” que cruzan la frontera para traer gasoil y naftas. La venta informal, además de carecer de medidas mínimas de seguridad, es un foco potencial para incendios y responsable de haber ocasionado ya varios accidentes de tránsito, en especial a motociclistas que pierden el control de sus rodados a raíz del piso resbaladizo que deja el derrame de combustible sobre el asfalto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario