lunes, 7 de enero de 2013

Carabinero rescató a adulto mayor de ser devorado por una jauría

FUENTE    :     PRENSA AUSTRAL



ÇMientras realizaba un patrullaje por Avenida Bulnes en dirección al centro, ayer a las 10 horas, el sargento 2º Cristián Benavidez, instructor guía de perros policiales de Carabineros, se percató que una jauría de seis canes atacaba a un transeúnte de la tercera edad próximo a calle a Maipú.

El hombre, que venía saliendo de misa del Santuario María Auxiliadora, caminaba por Avenida Bulnes para dirigirse a su domicilio en la población General del Canto, cuando fue atacado por seis perros callejeros los cuales acompañaban a un indigente. Sin mediar ninguna provocación, los animales comenzaron a ladrar y atacar al peatón, de delgada contextura, para morderlo.

Apenas se percató de lo que sucedía, el funcionario de Carabineros -que circula en el sector central, entre Bulnes, Bories, Magallanes y Chiloé- debió intervenir para que los canes no siguieran mordiendo a este adulto mayor y, en especial, que no lo arrojaran al suelo y pudiera ser víctima de algo mucho más grave. “Cuando los perros actúan en jauría no hay forma de controlarlos, así que traté de retirar a los perros y tuve que hacer uso de la ejemplar canino que yo ando trayendo y de ahí lograr apartar a la persona del medio”, expresó a La Prensa Austral el efectivo policial, quien se encontraba junto a la perra adiestrada Laika, que lo acompaña desde 2009.

Una vez cumplido su cometido avisó al Samu de lo que ocurría, despachándose de inmediato una ambulancia. El personal de emergencia pudo constatar que el paciente, identificado como José Clemente Uribe Leiva, de 71 años, había sufrido mordeduras en ambas piernas, sin que aparentemente se produjera algún desgarramiento importante. Este sería derivado luego al Hospital Clínico para ser sometido a curaciones.

En tanto, Carabineros procedió a informar a la Fiscalía sobre lo ocurrido para que se adopten los cursos de acción que corresponda. Según el artículo 11 del Código Sanitario, la exclusiva responsabilidad del retiro de los animales sueltos de la vía pública es de la municipalidad, pudiendo ésta pedir cooperación al Servicio Nacional de Salud y a Carabineros exclusivamente para la protección de su personal.

Víctima del ataque

“Yo había salido de la misa en la iglesia y ahí me agarraron, justo en la esquina”, señaló ya más tranquilo José Uribe mientras se reponía postrado en su hogar. Todos los domingo, siempre y cuando lo aconsejen las condiciones climáticas, él va al Cementerio Municipal o a la misa. “Ahora iba saliendo de la iglesia y me tocó esto. Menos mal que pasaba este carabinero, sino los perros no me iban a soltar. No había dónde sacarles el quite, porque no había un cerco, no había un palo, absolutamente nada. Obviamente que los perros me rodearon y yo me daba vuelta ahí mismo no más. Y la persona (indigente que iba con los animales) se moría de la risa, estaba curado”, relató.

Todos los canes eran de gran tamaño, por lo que procedieron a morderle las piernas. Pese a que lo curaron, la pierna izquierda no le paraba de sangrar, dado lo profundo de una de las dentelleadas, por lo que se había cambiado dos veces el parche. El cree que deberían haberle hecho puntos, ya que hubo desgarro, y hoy iría al consultorio para ser sometido a curación.

Este jubilado, que trabajó toda su vida con maquinaria pesada, confesó que hace unos seis meses lo mordió otro perro suelto en la población Juan Pablo II. Esta vez le dieron ocho a 10 días de reposo, pero como lo operan de la vista el 10 de enero tendrá que levantarse.
Como magallánico se mostró preocupado de lo que le ocurrió, ya que en algunas casas hay más perros que seres humanos, “y si usted va por Bulnes hasta la Plaza es una plaga de perros, esos turistas no sé qué suerte tienen. Los animales están durmiendo en la calle, adentro de la iglesia había perros durmiendo, no puede ser”.

El se preguntó “qué hacen las autoridades, a esos animales deberían encerrarlos o matarlos, no sé”, expresó, pensando que podía haber sufrido un trágico final. “Imagínese, si usted tiene hijos o hijas que van a la iglesia y lo pillan de repente los perros, ¿qué va a hacer uno? Instó a las autoridades a tomar medidas, señalando que en su población (General del Canto) abundan los perros vagos.

Finalmente, tuvo palabras de gratitud para el carabinero que le salvó la vida, y con lo que pasó si vuelve a misa no le quedará otra que armarse de un palo para defenderse de un eventual nuevo ataque.

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