La autoridad sanitaria, que se paseó por el centro pidiendo "rotulado o multa" en vez de "dulce o travesura", detectó que varios de los locales fiscalizados no cumplían con el rotulado y seguridad de sus productos a la venta.
Se encontraron máscaras sin sus orificios en la nariz y en la boca, además de productos hechos con elementos altamente inflamables, que se pueden pegar en el cuerpo de un niño y provocar serias quemaduras.
"Los niños no saben lo que van a usar, por lo tanto sus padres deben preocuparse que el producto que van a utilizar sea para su edad", comentó la seremi de Salud.
La normativa sanitaria regula que la etiqueta de especificaciones del producto debe contar con letra visible y en español.
Además, añadió, debe contar con el nombre genérico del producto, nombre de la empresa fabricante o importadora del elemento, su país de origen y la edad recomendada para ser usado.
Explicó que en casos específicos la advertencia debe incluir si es necesaria la compañía de un adulto para su manipulación, además de detallar si se trata de un producto inflamable.
Carmen Gloria Castro, dueña de uno de los locales sumariados, justificó el accionar de la seremi, aunque se viera perjudicada.
"Me parece bien, porque así la gente compra conforme y tranquila los productos. La mayoría los tenemos con rotulación", dijo.
La seremi de Salud cursó el año pasado alrededor de 20 sumarios sanitarios, la mayoría por problemas o ausencia de rotulado en los productos que no se encuentra en español.
En estos casos, los locales se exponen a sanciones que varían entre los 0.1 y 1.000 UTM. Es decir, unos 39 millones de pesotes.
"Los padres son responsables de lo que compren a sus hijos, y por eso deben preocuparse de que sea para su edad y que no produzca asfixia de ninguna forma", remachó la autoridad de salud.
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