Un centenar de cocodrilos apareció por las calles de Ayutthaya, la ex capital imperial de Tailandia, a raíz de las graves inundaciones que afectan desde hace días al país, informaron ayer las autoridades de Bangkok.
Debido a la peligrosa plaga de bichos colmilludos, el gobierno ofreció una recompensa de 25 euros -como 17 lucas chilenas- por cada cocodrilo capturado vivo.
"Los cocodrilos deben ser cazados para la seguridad de los habitantes", explicó el ministro de Salud, Vitthaya Buranasiri.
Al mismo tiempo, el Departamento de Pesca tailandés activó una línea de emergencia para avisarle a la gallada la presencia de animales peligrosos en libertad.
Las inundaciones, que alcanzaron a un tercio del territorio tailandés, con 61 provincias sobre 76.
El aguacero en Tailandia ha dejado más de 300 finados y ha causado 3.000 millones de dólares en daños.
Un tercio del país está con el agua hasta el cogote, pero los funcionarios confían en que Bangkok, ubicado en tierras bajas, no sufrirá tras haber fortalecido su sistema de diques y canales de defensa.
"Estamos drenando canales tanto en zonas orientales como occidentales, deberíamos terminar en no más de una semana", informó el primer ministro Yingluck Shinawatra.
Las inundaciones arrasaron con casas y obligaron a cerrar varios parques industriales.
La mayoría de las fábricas se dedica a los artículos electrónicos y partes de autos, por lo que también están aumentando los problemas de firmas automotrices internacionales que utilizan a Tailandia como centro regional de producción.
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