lunes, 24 de marzo de 2014

Diez damnificados por inundación con aguas servidas en la villa Cardenal Silva Henríquez

FUENTE  :  LA PRENSA AUSTRAL



Preocupados por su salud y la de sus familias un grupo de vecinos de la villa Cardenal Raúl Silva Henríquez combate desde el sábado el colapso del sistema de alcantarillado que significó que las aguas servidas ingresaran a sus hogares. Los damnificados exigen la atención de la empresa Aguas Magallanes y claman el apoyo de las autoridades municipales y sanitarias para proteger la integridad de los habitantes de uno de los bloques de departamentos.
“No se puede ni respirar de lo mal que huele. Es insalubre y esperamos que la empresa de aguas nos dé respuestas”, afirmó enfática a La Prensa Austral la presidenta de la junta de vecinos, Mónica Quezada, luego de explicar que desde el viernes en la noche una alcantarilla comenzó a botar agua y el sábado cerca del mediodía había 10 centímetros de agua con excremento.
Este imprevisto se presentó en los cuatro departamentos del primer piso de calle Manantiales Nº01535.
Tras el colapso del sistema de drenaje “el agua brotaba desde los baños y cocina por los ductos”, denunció la dirigenta vecinal.
Con ayuda de vecinos y familiares de las 10 personas damnificadas han podido paliar en parte este drama, aunque para los afectados resulta imposible vivir así. El agua servida está bajo el piso flotante y absorbida por los muebles que ya son pérdida total porque eso no se puede limpiar, por lo que a primera hora de hoy los afectados acudirán hasta la gerencia de Aguas Magallanes a buscar una solución, aunque lo atribuirían derechamente a una falta de mantención del drenaje.
“En el momento de la emergencia llamamos a la gente de la municipalidad, que llegó de manera rápida para constatar el problema, pero los funcionarios de la seremi de Salud nunca lo hicieron”, afirmó visiblemente molesta, Mónica Quezada, esperando que pronto el personal sanitario se presente en el lugar con miras a resguardar la integridad de los vecinos.
La dirigenta remarcó que “no estamos exagerando, es tanta la contaminación del agua que las plantas de una vecina se murieron de un día para otro”. Particularmente le preocupa la situación de los ocupantes de uno de los departamentos, quienes no tienen dónde ir y perdieron todas sus cosas. Tuvieron que dormir en medio del mal olor y contaminación. El resto de los vecinos han pernoctado en casa de familiares.
Mónica Quezada recordó que durante el colapso del sistema de alcantarillado el papel higiénico y excremento corría por las calles y flotaba al interior de los departamentos del primer piso. Tras desaparecer el agua, “toda esa inmundicia quedó ahí”, subrayó, señalando que seguirán hasta las últimas consecuencias para obtener una compensación por los perjuicios sufridos.

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