El economista no había dado públicamente su versión de los hechos, eso hasta ayer cuando su biógrafo, Michel Taubmann, decidió entregar detalles del libro donde Strauss-Kahn comenta cómo ocurrieron los hechos.
En la publicación, el franchute efectivamente admite que tuvo "una relación consentida, pero estúpida" con la mucama del hotel de Nueva York que terminó acusándolo de pulpo sexual.
Según el adelanto del libro que publicó la revista Paris Match, todo partió cuando el economista salió "del baño en traje de Adán. Allí se encuentra frente a Nafissatou Diallo (la mucama) a quien ve por primera vez. La joven guineana parece sorprendida, pero en absoluto aterrada. Dominique Strauss-Kahn no es pudoroso".
El relato agrega que "Nafissatou Diallo, atravesando la habitación, se dirige hacia la salida. Pero no se apura en lo más mínimo. Strauss Kahn se da cuenta. La sigue con la vista por el pasillo. Ella se da vuelta. Luego la dirige ostensiblemente hacia su sexo. La carne es débil. (...) Él no se resiste a la tentación de una fellatio".
"He participado en veladas libertinas, es verdad, pero por lo general quienes participan en esas veladas no son prostitutas", señala el francés en el libro.
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