jueves, 24 de enero de 2013

FUENTE : LA CUARTA
 


El jefe de la Brigada Provincial de Incendios Forestales, Mario Díaz (hijo), confirmó ayer que el terreno afectado por el incendio de la estancia La Angostura podría alcanzar las 1.500 hectáreas.
Esa es la estimación a la tarde de ayer, aunque la cifra exacta se conocerá una vez finalizado el incendio, al momento de las pericias y la elaboración del informe final que la Brigada deberá elevar al Consejo Agrario Provincial.
Hasta ahora, campos de “La Angostura” y de la estancia vecina “La Porfía” están siendo consumidos por el incendio que continúa descontrolado.
Como viene informando La Opinión Austral, hace tres días se combate un incendio en campos de ese establecimiento rural ubicado sobre la ruta provincial 19, en la margen norte del lago Argentino.
Por su ubicación, el incendio se convirtió en tema de preocupación en El Calafate. Los vecinos ven consumirse las hectáreas frente al lago Argentino.
Ayer el responsable del combate de las llamas habló con La Opinión Austral, en un breve alto que hizo en sus tareas de coordinación de las brigadas que trabajan en la zona.
Hasta ayer el incendio todavía no podía ser controlado. Los cambios de viento dificultaban aún más la tarea de los casi 30 hombres que trabajaban en un monte alto, con varios cañadones que eran tomados por las llamas.
Brigadistas de Río Gallegos, Piedra Buena y El Calafate, a los que se suman bomberos voluntarios de la villa turística, personal de Vialidad y los miembros de la misma estancia trabajaban en las tareas de control.
Ayer se dio la particularidad de que el fuego cambió de dirección. Buscando elementos combustibles para consumir, las llamas, que se habían alejado del casco de la estancia, volvían a tomar esa dirección.
Entre otros detalles, Díaz contó a esta corresponsalía que tenían información técnica precisa sobre la rotación del viento que se daría durante el martes, pero esas condiciones se adelantaron algunas horas e hicieron que el fuego volviera a descontrolarse. “Ahora el fuego está volviendo en contra del viento, hacia la estancia, a unos 5 kilómetros del casco de La Angostura”, confirmó Mario Díaz.
El jefe provincial explicó que “hasta ahora siempre avanzó a favor del viento, pero ahora está volviendo por un sector que no estaba quemado, el fuego busca forraje para quemar y lo hace contra el viento y hacia abajo”.

Trabajos
Una de las técnicas que está utilizando la brigada es la de crear un fuego cruzado, para que se tope con el ya existente y no avance.
Además, Vialidad provincial destinó una máquina que ayuda a abrir camino para las camionetas de las brigadas, lo que también debería impedir el avance del fuego, aunque en reiteradas oportunidades las llamas cruzaron las huellas.
Otra opción es la utilización de herramientas manuales con las que los brigadistas sofocan el fuego, en los diferentes frentes, utilizando los llamados “bastidores”, un cuadrado de goma que es azotado contra las llamas.
También se hubo de utilizar caballos para la subida de materiales de trabajo hacia la zona alta.
Para este incendio, lo dificultoso es la utilización del agua. El fuego subió a lo alto de la montaña, adonde no pueden llegar los camiones. Ayer debieron idear sistemas de trabajo para que un camión pudiera acceder a una altura media y de allí abastecer a una sola camioneta con dos tanques de 500 litros. El camión cargaba agua en el casco de la estancia, a unos 10 kilómetros de donde se encontraban los brigadistas. Fue un ir y venir de los mismos vehículos que se produjo durante todo el día, ya que el uso de bombas de alta presión hace que los 1 mil litros que puede cargar una camioneta duren pocos minutos.

Negativa a vecinos voluntarios
Como informara en la edición anterior este diario, durante el martes los propietarios de la estancia habían pedido públicamente que vecinos voluntarios de El Calafate viajaran al sitio para ayudar en las tareas a los brigadistas, para lo cual se había dispuesto de un transporte de pasajeros.
El jefe de incendios no lo aceptó. “El trabajo que estamos haciendo sólo lo puede hacer un integrante de la brigada, por los seguros de vida y porque yo voy a ser el responsable si le pasa algo a alguna persona”, dijo Díaz.
En cambio, sí aceptó que haya colaboraciones de vecinos para tareas logísticas, como ser el preparado de la cena, a la vuelta de la estancia. “Hemos estado trabajando hasta las diez y media de la noche, entonces cuando volvemos a la estancia sólo queremos comer algo caliente y dormir para, al otro día, a primera hora, arrancar nuevamente”, relató Mario Díaz.
Sobre las horas de los trabajos de los brigadistas, el jefe de la brigada indicó que no superan las 9 horas, aunque a veces el tiempo es mayor. Díaz dijo que se intentará finalizar con los trabajos durante dos días más, pero que de no alcanzar se deberá llamar a brigadas de otras localidades para hacer el recambio de hombres.
Por su parte, Yasmín Toledo, integrante de la familia propietaria de la estancia, suspendió ayer el pedido de voluntarios para el ataque del incendio, luego de la negativa del Consejo Agrario, pero optó por ofrecer espacio en el casco de la estancia para vecinos que quisieran ayudar en tareas logísticas.

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