Vietnamitas detenidos despiertan la solidaridad de los magallánicos

 

FUENTE :  EL PINGUINO

 

 

Jefe de Policía Internacional dijo que la gente les lleva todo tipo de regalos, entre comida, ropa, chocolates y cigarrillos.
El caso de los vietnamitas que hace una semana huyeron desde el barco en que trabajaban, aduciendo malos tratos y sueldos miserables, despertó una solidaridad insospechada entre los magallánicos. Cigarrillos, ropa, chocolates y comida, son parte de todos los obsequios que la gente les ha llevado al cuartel de la Policía de Investigaciones, donde Pham Vam Xuang, Nguyen Duy Tung y Le Xuan Chung, permanecen bajo la custodia de la Polin (Policía Internacional).
El jefe de la unidad, subcomisario Maximiliano Negrete, manifestó estar asombrado del cariño y afecto de la gente con los ciudadanos extranjeros.
Los tripulantes vietnamitas fueron formalizados por ingreso ilegal al país y ahora la PDI está a la espera de la resolución administrativa de expulsión del país. Mientras eso no ocurra los vietnamitas continuarán en las dependencias policiales, que por resolución judicial no pueden abandonar.
El trío ingresó a Punta Arenas por la playa, en el sector costero, luego de alcanzar la orilla con una balsa improvisada y lograr sortear las frías aguas del Estrecho de Magallanes. Estas personas decidieron, a riesgo de perder la vida, saltar de un barco calamarero.
Solidaridad
La estadía de los vietnamitas podría prolongarse por dos o tres semanas, ya que después de la firma del documento de expulsión la resolución va a toma de razón a la Contraloría Regional y recién ahí vuelve a la autoridad administrativa (intendencia).
En el intertanto, los visitantes continúan siendo regaloneados a diario por la gente, que a medida que se fue interiorizando del caso fue solidarizando con ellos. “Acá están con nosotros, felices de la vida y recibiendo el afecto y cariño de muchas personas que les traen chocolate, cigarrillos y ropa”, comentó el subcomisario Negrete.
Por las mañanas, los oficiales policiales sacan a pasear a los vietnamitas, los llevan al Hogar de Cristo a bañarse y al hospital para chequear su estado de salud.
“La gente se ha portado muy bien con ellos. Les traen regalos e incluso hasta un sicólogo vino a verlos. Otros han venido al cuartel para ver si pueden ayudarnos con el idioma. Pero lo que más llama la atención es el cariño de la gente por traerle ropa, comida y cigarrillos, porque fuman mucho”, señaló el oficial de la PDI.
Hasta la visita de organismos internacionales han recibido, de Derechos Humanos, para verificar las condiciones en que se encuentran.
“Están muy contentos y en lo que respecta a mí al menos ya me dicen el nombre y jefe”, contó el jefe de la Polin.