FUENTE : LA PRENSA AUSTRAL
“El autor del hecho ejecutó maniobras destinadas a aumentar el dolor al ofendido (la víctima), antes de su muerte, en términos tales de causar más daño, ocasionando una muerte de modo cruel”. En base a este fundamento se acreditó la figura del ensañamiento respecto del actuar del acusado Lee Salamanca Torres, que le significó ayer ser condenado a una pena de 15 años y un día de cárcel por su autoría en el delito de homicidio calificado en perjuicio del trabajador Rodrigo Villarroel Báez, de 33 años.
Villarroel fue asesinado el 17 de septiembre del año pasado en una calle de población Pedro Aguirre Cerda, al sur de Punta Arenas.
De acuerdo a lo establecido por los jueces sentenciadores, en este caso se trata de una agresión realizada por el acusado en contra de la víctima, en relación a la cual, de lo declarado por la perito legista María del Carmen Bravo González, se empleó para ello dos clases de elementos cortantes, ambos de considerable peso. “Se causaron 42 heridas a la víctima, vitales, esto es inferidas cuando el agredido se encontraba aún con vida”, sostuvo la profesional médico durante el juicio.
Frente a la entidad de las lesiones causadas, lo variado de éstas, su cantidad, y las circunstancias en torno a las cuales el hecho fue realizado, autorizan a los jueces para tener por cierto el propósito del hechor en cuanto causar a su víctima un mayor dolor en la ejecución del hecho punible, esto es actuó a su respecto, con ensañamiento.
En cuanto a las circunstancias que gatillaron este homicidio en la madrugada del 17 de septiembre de 2012, el Tribunal arribó a la convicción de que se trata de una situación de hecho en razón de la cual el acusado, públicamente y frente a sus amistades, manifestó en forma espontánea y vehemente, su intención de atacar o hacer daño a la víctima, debido al choque con el vehículo que éste había previamente protagonizado. El acusado salió en persecución de la víctima en su vehículo, al que no alcanzó, por lo que volvió a la disco El Boliche, en Avenida España, entre Boliviana y Paraguaya, y que luego se fue con su hermana y otra amiga a quienes dejó en la vía pública.
Salamanca se cobró venganza de la colisión que momentos antes había protagonizado Villarroel, llegando hasta el pasaje Dolphin con calle José Spilberguer, donde la víctima se encontraba sin armas y bajo los efectos del alcohol, a la que procedió a atacar con dos armas cortopunzantes (que nunca fueron habidas), hasta provocarle la muerte a causa de una anemia aguda.
La alcoholemia realizada al cuerpo de Villarroel Báez reveló que éste se encontraba con 3,0 gramos de alcohol en la sangre, es decir, en manifiesto estado de ebriedad, siendo incapaz de repeler los ataques.
Asimismo, en la sentencia se deja establecido que Lee Salamanca pretendió reparar el mal causado depositando la suma de 150 mil pesos, lo cual ocurrió poco antes del juicio oral. En opinión de los jueces sentenciadores, esta conducta denota la ausencia de una real intención reparatoria de su parte.
Lectura de la sentencia
A las 15,45 horas de ayer y al cabo de cuatro días de juicio, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal dio lectura a la sentencia.
La pena de 15 años y un día de cárcel deberá ser cumplida de manera efectiva, lo que generó reacciones de júbilo entre los familiares de la víctima que asistieron a la audiencia. Esto detonó la airada reacción de los familiares del condenado, lo que conllevó a la intervención de personal de Gendarmería, sin que se debieran lamentar incidentes.
El fiscal Felipe Aguirre se mostró satisfecho con el fallo, indicando que “la pena que se impuso coincide con la pretensión que teníamos como Fiscalía en atención al grave hecho que le costó la vida a esta persona, por lo tanto ahora esperaremos los pasos que seguramente se darán en la Corte de Apelaciones para efecto de defender el fallo”.
Los familiares de la víctima de este asesinato abandonaron el Centro de Justicia por una puerta lateral del edificio, bajo resguardo de personal de Gendarmería.
