martes, 23 de septiembre de 2014

Goteras y cerámicos rotos tienen cansados a alumnos, profesores y funcionarios en la Escuela Patagonia


FUENTE   :  LA PRENSA AUSTRAL




Hay alumnos que pasaron toda su enseñanza básica viendo caer las goteras y viendo sus salas con el piso húmedo. Hubo un tiempo en que se ocultaban poniendo plantas, como confesaron algunos apoderados. Cada vez que hubo una lluvia o un temporal, el agua causó estragos en la Escuela Patagonia, que desde su inauguración, en 2005, ha debido convivir con estos problemas, sin una solución definitiva.
Por eso, tras la semana de receso por las Fiestas Patrias, con temporal incluido, el regreso a clases fue distinto en el establecimiento ubicado en calle Covadonga 0185, esquina Capitán Guillermos. Desde temprano, apoderados instalaron carteles en las rejas, exigiendo solución a las goteras y cerámicos en mal estado. También hicieron circular a través de Internet, fotografías en las que los pasillos y salas se encontraban anegados. Y aunque reconocieron que esto es un tema que se repite todos los años, exigieron un corte final. “No es una escuela digna para nuestros hijos”, se quejaron.
Tras el término de la jornada escolar, un grupo de apoderados y alumnos protestó en las afueras del establecimiento. Allí se encontraban algunos que tienen recién este año a sus hijos y otros, que ya se acostumbraron a este problema.
“Mi hijo va en octavo básico y está acá desde kínder, desde que partió la escuela soy apoderada y siempre ha pasado esto; aunque se hacen arreglos, vuelve a pasar”, relató Ana Ruiz Chacón. Mientras tanto, Luis Nahuelquín y Yoane Salazar llevaban la voz cantante de los reclamos: “Todos los años nos organizamos, y se nos dan soluciones parches, porque siempre se vuelve a lo mismo. Este año salimos perjudicados porque se suspendieron las actividades de las kermesses y eso provocó pérdidas de 300 mil pesos por curso”, explicaron.
A su vez, los alumnos Yeraldi Vera, Estefanía González, Joaquín Delgado y Kevin Vial; de sexto básico, mostraban carteles y hacían sonar cajas metálicas para manifestar su descontento. “En el hall y la cocina hay muchos cerámicos rotos. El martes pasado se inundaron salas como las del kínder, nosotros estamos hace años acá y siempre pasa lo mismo”, se quejaron.
Los padres y apoderados consultados indicaron que nunca han pensado en cambiar a sus niños de colegio ante esta situación. Recalcaron que la educación que se entrega es de buena calidad. Por ejemplo, Miguel Ampuero contó que “tengo mis chicos en primero y tercero básico, somos del barrio Sur, pero preferimos ‘pegarnos el pique’ hasta acá a tenerlos en otro colegio. Acá la educación y los profesores son buenos, el problema es la infraestructura”, subrayó.
Los padres indicaron que hoy tendrán una reunión para ver si planificarán alguna medida de presión, aunque esperan tener un encuentro previo con la Corporación Municipal y analizar las posibles soluciones.
Proyecto aprobado
por el Core
La directora de la Escuela Patagonia, Miriam Beltrán entendió la molestia de los apoderados y estudiantes, aunque apuntó a una esperanza, porque “hay un proyecto en proceso, pero en este momento se está esperando el llamado a licitación para iniciar los trabajos, y de acuerdo a los informes técnicos de Corporación Municipal, que está viendo este tema, me señalaron que en dos a tres meses más se podrían iniciar los trabajos, así que en eso confiamos ahora”.
El financiamiento del proyecto “Mejoramiento aula prebásica y patio interior” fue aprobado por el Consejo Regional el 16 de junio, por un monto de 58 millones 162 mil pesos. De acuerdo al informe entregado por el constructor civil de la Corporación Municipal, Juan Carlos Aguila Guerrero, el proyecto considera, en primer lugar, el retiro e instalación de 607 metros cuadrados de cerámica antideslizante, ubicados en el patio interior del establecimiento.
Otro trabajo que contempla el proyecto es la impermeabilización de 413 metros cuadrados, correspondiente a la techumbre previamente preparada, con limpieza y reemplazo de tornillos, “y que consiste en la aplicación de una membrana continua monocomponente, coloreada en emulsión acuosa, a base de resinas elastoméricas, resistentes al estancamiento de agua, cuya función permitirá impermeabilizar la cubierta que cubre el patio interior”.
Finalmente, el proyecto considera la instalación de cerámica antideslizante, pinturas, molduras y mobiliario para el aula de prebásica.
Lapidario informe
Debido a los problemas de las goteras en la techumbre de la Escuela Patagonia, el director de Proyectos y Operaciones de la Corporación Municipal de Punta Arenas, el constructor civil Paulino Arellano Orias entregó ayer, un informe que da cuenta de problemas estructurales del recinto, y que datan desde su entrega, en 2005.
En el escrito, Arellano indicó en primer lugar que “el diseño arquitectónico de la techumbre no es adecuada para esta zona, debido a la escasa pendiente de la misma. Por otra parte, se detectó que hay numerosas fijaciones de techumbre que rompieron el policarbonato, y esto es atribuible a un problema de mano de obra no calificada para trabajar con este tipo de material, siendo de muy buena calidad pero termina provocando un grave problema, a causa de la desprolijidad en el proceso constructivo”.
Debido a ello, Arellano planteó que este escenario provoca distracción de recursos y tiempo a la Corporación Municipal, por lo que según su visión, la solución definitiva “pasa por un nuevo diseño de techumbre del patio cubierto, definiendo pendientes adecuadas para el escurrimiento de aguas lluvias. Esta nueva solución demandará un peso extra a la estructura; para ello estamos gestionando los servicios profesionales de un ingeniero calculista, de manera de brindar el máximo de seguridad”.
El informe del director de Proyectos y Operaciones de la Corporación Municipal concluye señalando que “una vez bien definida la solución de diseño de ingeniería, podremos acotar especificaciones técnicas y presupuesto, para canalizar esta demanda a través de un proyecto de inversión pública, para postular a cualquiera de las fuentes de financiamiento del Estado”.
Ajenos a todos estos informes y proyectos, los padres, apoderados y alumnos de la Escuela Patagonia esperan que de una buena vez, los problemas de infraestructura del establecimiento queden en el pasado. La historia de la escuela no da para ilusionarse, pero como finalizaron algunos padres a la salida de la jornada de la tarde, “no queremos tener que dejar de enviar a nuestros hijos a clases cada vez que llueve. Cuando estábamos en calle Patagona, era más chico, pero no teníamos goteras”.

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