FUENTE  :  LA TERCERA 
La semana pasada el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre anunció, junto 
a la Presidenta Michelle Bachelet, los primeros proyectos en materia educacional 
que ingresarán al Congreso durante los primeros 100 días de gobierno. 
Fin al lucro, fin al copago y discriminación en la 
selección de escolares, se suman a otro anuncio de la mandataria: 
terminar con la municipalización de las escuelas públicas y devolverlas 
al Estado. Otro tema que ha generado expectación es la posibilidad de 
entregar la Subvención Escolar por matrícula y número de profesores, en vez de 
asistencia. Ante esto, 
La Tercera conversó con distintos 
expertos en educación para analizar dichas propuestas.
DESMUNICIPALIZACIÓN
La Reforma Educacional, contenida
 en el programa de Michelle 
Bachelet, indica sobre esta medida que “la administración de los 
establecimientos municipales será reemplazada por una nueva institucionalidad 
pública, cuya estructura 
contempla la creación de un 
Servicio Nacional de Educación Pública descentralizado y 
Servicios Locales de Educación Pública, que mantengan la 
cercanía con la comunidad educativa. Ambas entidades se relacionan con el 
Presidente de la República a través del Ministerio de Educación". Además, la 
idea es empezar con un período de marcha blanca, probablemente en otra región, 
que permitirá ir ajustando el modelo antes de extenderlo a la Región 
Metropolitana y el esto del país.
Respecto a este anuncio,
 María Paz Arzola, Investigadora del Programa 
Social de Libertad y Desarrollo manifestó a 
La 
Tercera: "Yo creo que hoy día el principal problema del sistema escolar 
chileno es el tema de la educación municipal, ya sea por falta de recursos o por 
mala administración, etc. Los alumnos se están yendo porque no hay buenos 
resultados".
Además, la economista de la PUC planteó que “si bien rescato que esa idea la 
plantearon como algo que sea más en largo plazo y gradual, lo más importante en 
una reforma como esa no tiene que ver con el nombre de la agencia que 
administra,
 sino con descentralizar  las decisiones en relación a la 
remuneración y contratación de los profesores”, señaló, apuntando a 
otra arista: que los docentes puedan contar con un “mecanismo que premie el buen 
desempeño”
 con el fin de tener buenos profesores  y “retenerlos” en el 
sistema escolar municipal. 

En 
tanto, para 
Ernesto Treviño, director del Centro de Políticas Comparadas 
en Educación de la U. Diego Portales el “fortalecimiento” a la 
educación pública es aún un tema pendiente que debiese tener la primera 
prioridad en la agenda. “Tal vez es parte de la desmunicipalización, pero aún no 
se hace explícito”, dice, agregando que 
“de no fortalecerse la educación 
pública de inmediato, se corre el riesgo de que el sector desaparezca, 
dado el deterioro que ha sufrido tanto en su imagen como en la pérdida de 
matrícula desde 1981, cuando se introduce la educación particular 
subvencionada”.
El programa además, estipula que 
“los establecimientos educacionales 
pasarán a depender de los Servicios Locales de Educación Pública. Éstos se 
definirán geográficamente según distritos escolares. El Servicio 
Nacional de Educación Pública tendrá por función principal el apoyo técnico 
pedagógico, administrativo y financiero de los establecimientos públicos, a 
través de los Servicios Locales”.

Al 
respecto, 
Xavier Vanni, investigador del Centro de Investigación 
Avanzada en Educación de la U. de Chile respalda la medida y señala que 
"me parece que es una cuestión interesante ya que las escuelas requieren, más 
allá de que funcionen bien en particular, de un apoyo importante, de un buen 
gestor que se haga responsable de manera rigurosa. 
Requerimos una 
administración distinta pero esta administración requiere de un financiamiento 
adecuado que permita generar capacidades técnicas transversales en los 
colegios. Uno de los grandes problemas es que muy pocos 
municipios tienen capacidades técnicas para apoyar a las escuelas. No se trata 
sólo de gestión y financiamiento", dice. 
Además, el investigador hace hincapié en otro detalle: las "obligaciones" de 
la educación pública, por sobre el sistema escolar subvencionado, con el cual 
advierte que debiese existir una mirada "más conjunta".
"La educación pública tiene mayores obligaciones, por llamarla de alguna 
manera, que las subvencionadas porque no tiene copago, no puede seleccionar a 
alumnos, tiene puntos distintos en cuanto a remuneración, dificultades para 
crear nuevos colegios en expasión urbana, etc. Si no cambiamos esas reglas, 
dificilmente va a poder ser exitoso este fortalecimiento de la educación 
pública".

Respecto al anuncio de devover los colegios públicos al 
Estado, 
Jaime Gajardo, presidente del Colegio de 
Profesores señaló a
 La Tercera que “nos parece una 
buena señal porque este anuncio, o ratificación, se suma a lo que ya nos había 
dicho el ministro de educación en la reunión que tuvimos en el Colegio de 
Profesores”. 
Asimismo, 
Gajardo manifestó que este cambio debiera ser con la 
participación de todos los actores, es decir incluyendo a alcaldes y 
profesores. Además, hace hincapié en que dicho cambio debe ser “sin 
privatizar” y que para eso el magisterio cuenta también con su propia propuesta 
de desmunicipalización, que ya estaría en manos del gobierno.
FIN AL FINANCIAMIENTO COMPARTIDO
Esta medida también supone un proceso gradual. Para ello, 
el programa de Bachelet indica 
que 
“evaluaremos de manera rigurosa y periódica, el monto real del costo 
de una educación de calidad. Sobre el resultado de este análisis, la subvención 
estatal irá gradualmente aumentando y el pago por parte de los apoderados 
disminuyendo hasta ser completamente eliminado. Mientras dure el 
proceso de transición no se producirán nuevos incrementos a los límites de 
financiamiento compartido y los establecimientos no podrán elevar este 
cobro”.
Al respecto, 
María Paz Arzola, de Libertad y Desarollo, 
señaló que “lucro y copago tienen más que ver con los colegios subvencionados, 
por lo que no apunta a resolver los problemas de los colegios municipales si no 
más bien dificultan el funcionamiento de los colegios subvencionados”.
En tanto,
 Xavier Vanni, del CIAE, señaló a 
La 
Tercera que “la evidencia ha demostrado que el copago también afecta en 
la enorme segregación que tiene el sistema escolar chileno. Además, es una 
discusión que en la gran mayoría de países no existe porque es muy extraño que 
exista educación subsidiada por el Estado y que pueda cobrarle a las familias. 
Es una cosa extraña, por llamarlo de alguna manera, de nuestro sistema 
escolar”.

Por 
otro lado, 
Gregory Elacqua, director del Instituto de 
Políticas Públicas de la UDP, manifestó que para poner en marcha el 
proyecto que acabaría con el financiamiento compartido se “requiere de una 
mayoría simple” y lo compara con la implementación de la Ley de Subvención 
Escolar Prefencial.
“La Ley Sep fue la primera politíca pública que terminó con el copago, es 
decir los establecimientos que la reciben no pueden cobrar a los alumnos 
prioritarios. 
Me parece muy bueno porque el copago demuestra que no ha 
mejorado la calidad y ha generado segregación. Creo que los temas 
urgentes hoy en Chile son fortalecer la educación pública y lograr un sistema 
gratuito”. 
FIN AL LUCRO
El programa de Michelle Bachelet, respecto a este punto señala que 
“no se podrá lucrar con recursos públicos. Por lo que dirigiremos el 
financiamiento público exclusivamente a instituciones educacionales que sean sin 
fines de lucro, lo que se regulará y fiscalizará debidamente”.
Al respecto, 
Gregory Elacqua manifestó que “lo más complejo 
es la desmunicipalización y el fin de lucro. Hay que buscar un buen modelo (…). 
El  lucro requiere de una buena transición para que los colegios puedan cambiar 
su régimen jurídico a sin fines de lucro... hay que buscar una transacción 
inteligente que permita facilitar eso”.
Asimismo,
 Rubén Cobarrubias, rector de la U. Mayor se 
refirió al lucro en los planteles de educación

 superior señalando que “lo que hay que hacer es cumplir la ley y 
punto. Siempre las universidades han sido sociedades sin fines de lucro y los 
que hayan violado eso tendrán que pagar las consecuencias”. Además, se refirió 
al proyecto de Ley que crea una Superintendencia de Educación Superior, que 
actualmente permanece en el Congreso.
“Me parece que no es necesario esperar los 100 días por cuanto ya está en el 
Congreso y es una ley que debiera avanzar. Nosotros consideramos que es una 
buena ley, no hay mucho que innovar ahí. Yo trabajaría con lo que hay y 
aprobaría lo que hay”, dice. 
SUBVENCIÓN ESCOLAR: ¿MATRÍCULA O ASISTENCIA?
Para
 Ernesto Treviño, de la UDP, “este cambio va en la 
dirección correcta, pues permite que las escuelas tengan un flujo de ingresos 
mensual estable, dado que la asistencia suele afectar el financiamiento. 
Sin embargo, se deben tomar las precauciones para que escuelas pequeñas 
de sectores aislados no queden desfinanciadas. Para esos 
establecimientos es indispensable asegurarse que contarán con el financiamiento 
suficiente para cubrir sus costos fijos, así como los variables”.
Por otro lado, 
Xavier Vanni, del CIAE de la U. de Chile 
señala que “es importante evaluar la entrega de la subención exclusivamente por 
asistencia porque eso  efectivamente tiene dificultades particulamente en 
escuelas vulnerables”. Además, el investigador declaró que “es importante hacer 
algunos ajustes en la forma, pero si va a seguir siendo vía subvención sería más 
interesante un sistema mixto donde una parte tuviera que ver con matrícula y 
otra con asistencia ya que es importante desde el punto de vista del 
aprendizaje”. 
 
En tanto, para 
María Paz Arzola el hecho de entregar 
subvención escolar por matrícula afectaría la asistencia de los alumnos a clases 
y las motivaciones de los establecimientos para fomentarla. 
“No basta 
con matricular a un alumno en el colegio sino que vaya a clases y participe del 
proceso educativo. Lo que busca es que el colegio efectivamanete este 
motivando a lo alumnos para que estos asistan a clases, pero también genera un 
problema porque para sostenedores es un poco incierto a veces cuánto van a 
recibir al mes, genera incertidumbre”. 
Asimismo, la investigadora de Desarrollo y Libertad señala que
 “se 
debiera lograr algo más intermedio en el fondo. Quizás se pueda anticipar con 
matrículas un porcentaje, pero lo que nosotros creemos es que la subvención debe 
entregarse por asistencia ya que, en el grueso, es lo que importa, 
no sólo que los se matriculen y en eso el colegio tiene el rol de 
procuparse de que los alumnos asistan a clases".