viernes, 20 de junio de 2014

Autor confeso de femicidio dijo estar arrepentido

 
FUENTE   :   LA PRENSA AUSTRAL
 
                      


A prisión fue enviado ayer Cristián Chávez Sandoval, 29 años, autor confeso de asesinar a su ex pareja, Andrea Ugarte Hernández, de 23, en un hecho de sangre ocurrido en la madrugada de ayer en un domicilio de población Río de la Mano. La medida regirá por los 4 meses fijados para el cierre de la investigación, según quedó establecido durante la audiencia de control de detención y formalización de cargos realizada en el Centro de Justicia.
“Prefiero quedar en la cárcel”, habría señalado a su abogado defensor, Cristián Opazo, a fin de que no rebatiera la solicitud del Ministerio Público, al tener la certeza que en su contra se pediría la más severa de las medidas cautelares que impone el Código Procesal Penal.

Control y formalización

Pasadas las 13,30 horas de ayer se inició el control de detención del imputado, quien durante la madrugada confesó a Carabineros haber ultimado a puñaladas a su ex pareja, con quien aún convivía en el domicilio que ella compartía con su padre, pues él no tenía dónde ir.
De acuerdo a los antecedentes revelados durante la audiencia por la fiscal que conduce la investigación, Wendoline Acuña, el episodio de violencia intrafamiliar se inició cerca de las 20,30 horas del miércoles, cuando Chávez y Andrea Ugarte comenzaron a beber cervezas en la vivienda de calle Patagona Nº1968.
Esto último se prolongó hasta pasada la medianoche, cuando la joven quiso salir, lo que fue impedido por Chávez atendido su estado de embriaguez, lo que dio paso a una fuerte discusión entre ambos.
“No vales nada”, fueron las palabras que detonaron la reacción furibunda por parte de Chávez, quien tomó un cuchillo de cocina con el que provocó diversas lesiones a la mujer, siendo la más horrenda de todas, una certera puñalada en el costado izquierdo del cuello, herida que rompió una arteria provocando un abundante sangrado. Pese a lo anterior, el sujeto se cambió de ropa y salió de la casa, negando ayuda a la agonizante mujer.
Luego de ello, el agresor salió a caminar a la Avenida Costanera, donde decidió denunciar lo ocurrido ante Carabineros, dirigiéndose hasta la Primera Comisaría del barrio 18 de Septiembre, lugar donde relató que había encontrado sin vida a su ex pareja en el domicilio, omitiendo el detalle que él había sido el causante de las mortales heridas.
Junto con la policía volvió al living de la casa donde momentos antes había abandonado desangrante a su ex pareja. Actuó con tal nerviosismo que terminó confesando abiertamente su crimen, siendo detenido en el mismo lugar.
La fiscal narró que dicha relación sentimental se inició en 2011, a poco de que la mujer y su padre llegaran desde la provincia de Chiloé. La misma no estuvo ajena a hechos de violencia, prueba de aquello fueron los testimonios que familiares y amigos prestaron ayer ante la PDI, donde daban cuenta de agresiones mutuas entre la pareja. Incluso, consta una denuncia por maltrato que la mujer interpuso a fines de 2011 en contra de Chávez, causa que se suspendió luego de que la víctima desistiera continuar adelante con el proceso judicial.

A la cárcel

Tras lo expuesto, la fiscal concluyó señalando que la causa de muerte de la mujer de 24 años fue una anemia secundaria aguda, es decir, murió desangrada en el domicilio al sufrir la fatídica estocada en el cuello, lesión que el médico del Servicio Médico Legal catalogó como “mortal incluso de mediar intervención médica”.
En base a los contundentes antecedentes aportados durante la audiencia, la fiscal Acuña formalizó al agresor como autor del delito de femicidio y pidió la prisión, medida cautelar que no fue objetada por el defensor Opazo, quien afirmó que “ha sido mi propio cliente quien me ha señalado estar arrepentido, con mucha culpa por lo que hizo, por lo que prefiere ir a la cárcel, asegurando además que siente temor por las represalias que puedan tomar los familiares de la víctima en su contra”.
A la luz de los antecedentes, el juez Juan Enrique Olivares impuso la prisión, fijando un plazo de 120 días para la investigación del hecho.

Dolor familiar

Ricardo Ugarte, padre de la víctima de femicidio, trabaja como buzo mariscador por lo que permanecía en zona de pesca cuando fue alertado del trágico destino de su hija.
Según su declaración prestada ante la policía, el imputado no le inspiraba confianza, por su misma forma de ser, reservado y muy callado, siempre le causaron “una mala espina”, señaló.
Sin ir más lejos, en una oportunidad advirtió al imputado que si le hacía algo a su hija tendría que arreglársela con él. Es más, hacía sólo unos días le había manifestado a Chávez que se fuera de la casa, a lo que éste respondió que le haría a fines de junio.
El padre regresó de zona de pesca cerca del mediodía, no dando crédito a la tragedia. “Ella era muy alegre, llena de energía y ahora había empezado a buscar trabajo de nuevo”, señaló visiblemente consternado tras retirar el féretro de su hija desde el Servicio Médico Legal.
Ugarte y su hija llegaron a Punta Arenas a finales de 2010, y si bien Andrea había viajado a Chiloé de regreso, siempre prefería estar al lado de su progenitor, con quien mantenían una estrecha relación.
Asimismo, desde Ancud ayer se hicieron llegar los mensajes de pesar. Javier Ugarte, uno de los tíos de la mujer hacía intentos desde la distancia para interiorizarse sobre el fallecimiento de su sobrina.
Los restos fueron trasladados al mismo domicilio de calle Patagona donde ocurrió el violento hecho de sangre, donde se inició su velatorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario