martes, 1 de abril de 2014

Estudio señala que los microbios serían los responsables de la mayor extinción en la Tierra

 
 
FUENTE  :  LA TERCERA
 
 
 
                                Estudio de rocas en Meishan, China. © Shuzhong Shen / MIT
Estudio de rocas en Meishan, China. 





El profesor Daniel Rothman se encuentra junto a una parte de la formación Xiakou en China.


Hace 252 millones de años se produjo la mayor extinción en la historia de la Tierra, donde alrededor del 90 por ciento de las especies desaparecieron súbitamente. Pero hasta ahora, las razones de este particular fenómeno ocurrido en el período Pérmico no habían estado del todo claras.
Por ello, investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology), analizaron una serie rocas en Meishan (China) y concluyeron que esta, una de las cinco extinciones conocidas en la historia del planeta, podría haber ocurrido debido a que unos microbios llamados Methanosarcinas se multiplicaron de manera explosiva y repentina en los océanos, produciendo cantidades enormes de gas metano, el que se integró en la atmósfera y cambió radicalmente el clima y la composición química de los océanos.
Aunque no descartan el papel de las erupciones volcánicas para explicar esta extinción, éstas tienen un papel secundario, según los investigadores, cuyos trabajos fueron publicados en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences PNAS). 
Los nuevos indicios sugieren, según los científicos, que la explosión de la población de estos microbios se atribuiría a una nueva aptitud al usar una fuente rica en carbono orgánico gracias a un nutriente, el níquel, procedente de las erupciones volcánicas.
LAS PRUEBAS
Estos científicos respaldan sus teorías con tres series de indicios: En primer lugar, las pruebas geoquímicas muestran un crecimiento exponencial del dióxido de carbono (CO2) en los océanos en el período de la extinción al final del período Pérmico.
Luego hablan de los indicios genéticos que muestran cambios biológicos de estos microbios, los methanosarcinas, en el mismo período, lo que les permitió convertirse en importantes productores de metano a través de la acumulación de CO2 en el océano.
Finalmente, un análisis de capas sedimentarias muestra un crecimiento abrupto de níquel exactamente en el mismo período.
Los depósitos de carbono revelan que algo produjo un aumento importante y repentino de gas que contenía carbono -dióxido de carbono y metano- en el momento de la gran extinción.
Algunos investigadores sugirieron que estos gases carbónicos procedían de los volcanes que crearon los traps de Siberia, una extensa formación de lava basáltica producida por las mayores erupciones volcánicas en la historia de la Tierra.
Pero los investigadores del MIT demostraron que estas erupciones no eran suficientes como para producir todo el carbono medido en los sedimentos.
Además, "una inyección rápida de CO2 procedente de los volcanes habría sido seguida por una disminución gradual", explica Gregory Fournier, uno de los investigadores. "Sin embargo sucedió lo contrario, un crecimiento rápido y continuo que permite pensar en una explosión de microbios productores de metano". 

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