viernes, 10 de enero de 2014

Para los efectivos de la Estación Polar en el glaciar Unión el día se hizo “eterno” porque no tuvieron noche

FUENTE   :  LA PRENSA AUSTRAL



En una mañana soleada y algo ventosa, ayer llegó la dotación de la Estación Polar Científica Conjunta de las Fuerzas Armadas y el Instituto Antártico Chileno (Inach) a Punta Arenas.
Pasadas las 10,35 horas, el avión Hércules de la Fuerza Aérea de Chile (Fach) se encontraba a pocos minutos de aterrizar en la Base Aérea Chabunco y las pocas familias que tuvieron la fortuna de poder estar presente en ese momento, se notaban ansiosas del esperado encuentro, especialmente los hijos de los miembros de la dotación.
Finalmente, el Hércules aterrizó y en el hangar los esperaban el personal de la Fach en formación y el comandante en jefe de la IV Brigada Aérea, general Eduardo Peña Merino.
Tras la formación de la dotación, bajo las órdenes del comandante Miguel Figueroa Ibarra, quien dio cuenta de que todos habían llegado sanos y salvos a Punta Arenas, fue precisamente, el general Peña quien destacó en su discurso la materialización del traslado de la base antártica chilena Teniente Arturo Parodi Alister, en Patriot Hills, a la nueva Estación Polar Científica Conjunta, en el glaciar Unión, a 1.080 kilómetros del Polo Sur.
Especial agradecimiento entregó el general Peña a las familias de los integrantes de la dotación, a quienes destacó por apoyar emocional y psicológicamente a sus esposos y padres, pese a la distancia, en esta importante labor, que marca un hito en la historia de la soberanía de nuestro país en el continente blanco.
Tras las palabras del comandante de la IV Brigada Aérea, el personal de la dotación y sus familiares fueron invitados a compartir un ágape en la sala de embarque de la Base Aérea de Chabunco.
Viajaba a Valparaíso

Camino a la sala de embarque, el suboficial de la Armada Pablo Gamarra Velásquez (45 años), casado, dos hijos de 11 y cuatro años, residente en Quilpué, contó que estuvo en la Antártica 54 días en total, hasta donde llegó por primera vez, en noviembre pasado. Ayer mismo esperaba viajar a la Quinta Región para reencontrarse con Johana Mondaca, su esposa, Valentina y Joaquín.
Su amigo, el sargento segundo de la Armada Daniel Alvarado Gómez (43 años), de Santiago, casado, cuatro hijos, también comentó que lo que más le costó fue acostumbrarse al clima y al frío. “Realmente hay que vivirlo para saber qué es”, expresó. Pese a ello, calificó de “maravilloso espectáculo diario” el “día eterno” que significa permanecer en la Antártica sin nunca tener noche durante el verano.
Especialmente emocionado se le vio en el hangar al sargento primero José Moraga Rojas (42 años), del Grupo 6 de la Fach, oriundo de Santiago, al reencontrarse con su esposa casado durante 22 años, Lorena Bahamondes Luna, y sus dos hijos, Denis (17) y Vanessa (15). El abrazo entre los cuatro se prolongó durante varios minutos, donde la emoción se transformó en lágrimas de alegría. El estuvo 70 días en total en la Antártica, hacia donde partió el pasado 28 de octubre. Lo más difícil para él en todo este tiempo .contó-, fue el frío y no tener agua. Sin embargo, agregó, lo positivo fue que luego de un tiempo se acostumbró a este sistema de vida distinto, “que uno después lo asume bien”.
Para Lorena y los hijos de ambos, por su parte, lo más difícil fue pasar Nochebuena y Navidad sin José, pues pese a que no es primera vez que están lejos uno del otro tanto tiempo, “se le extraña mucho”.
Para el jefe de Arme y Desarme de la Fach, capitán de bandada (DA) Javier Salinas González (33 años), casado, dos hijos (de 5 y 2 años), la tarea no fue menor, pues el clima, especialmente las bajas temperaturas (hasta 42 grados bajo cero de sensación térmica) y las ventiscas, demoraron los trabajos de desarme de la ex base antártica chilena en Patriot Hills, que se prolongaron durante dos semanas, de los cuales “cuatro o cinco días fueron buenos”, comentó.
El armado de la nueva Estación Polar Científica en el Glaciar Unión, en tanto, duró tres semanas, debido a que además de trasladar completamente la antigua estación en Patriot Hills, agregaron otros módulos para darle mayor habitabilidad a la nueva estación.
¿Lo más difícil? “El día a día para llevar de buena forma esta tarea”, afirmó el capitán Salinas.
Finalmente, el jefe de la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, comandante de la Fach Miguel Figueroa Ibarra (48 años), oriundo de Santiago, casado, dos hijos, también coincidió con los demás testimonios en que lo más difícil de sus 56 días de estadía en la Antártica fue el clima y las condiciones del territorio, donde debieron soportar 35 grados bajo cero de temperatura.
Además, precisó que partieron 38 personas al continente helado y llegaron 46.
En cuanto a anécdotas, al cabo de un mes de comer la comida congelada que llevaron, fundamentalmente guisos de pollo, cerdo, etc., “lo único que queríamos comer era hamburguesas con arroz”, dijo.

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