jueves, 5 de septiembre de 2013

Cuatro veces le han chocado su casa y en dos oportunidades sus vehículos

FUENTE   :   LA PRENSA AUSTRAL


“No se qué más hacer, no sé a quien recurrir, le he pedido al municipio que nos instalen una barrera de protección, y sólo me entregaron un permiso para instalar yo lo que estime conveniente, hemos hecho de todo pero seguimos sintiendo ese terror de que en medio de la noche se nos meta un auto a la casa”, relató Cecilia González Igor, quien en la madrugada del martes vio cómo su segundo vehículo era destruido por un choque a manos de un chofer ebrio.
Hace cuatro años que la vida de esta mujer y su familia ha cambiado drásticamente cuando llegó a vivir al domicilio de Patagona Nº2093 esquina Manuel de Salas, en la población Río de la Mano, ya que en dicho lapso de tiempo su hogar ha sido chocado por automóviles en cuatro oportunidades, además de un vehículo y una camioneta de su propiedad que también resultaron destruidos.
“Si no son las carreras nocturnas, es la escarcha, los autos que bajan por Gaspar Marín (de poniente a oriente) no pueden parar por el hielo y terminan contra mi casa”, explicó la mujer dueña de la vivienda emplazada en una esquina.
A tal punto ha llegado la odisea de esta vecina que optó por construir un “entrepiso” en su vivienda, el cual habilitó como dormitorio para su hija de 8 años, ya que afirma tener el mucho temor de que un vehículo ingrese a su domicilio y le haga daño a la niña.
En busca de ayuda
En medio de su impotencia y desesperación aseguró haberse trasladado hasta la Dirección de Tránsito de la municipalidad con la idea de que instalaran algún tipo de protección, pero no tuvo respuesta. “Con suerte me atendieron; de ahí me derivaron a la Dirección de Desarrollo Comunitario donde hablé con una persona muy amable, parece que era el director, quien me entregó un permiso para que yo pusiera lo que deseara para proteger mi casa”, subrayó.
En base a lo anterior, Cecilia González y su familia se dispusieron a trabajar con palas y picotas con miras a instalar tubos metálicos en la esquina para al menos reducir la velocidad de los vehículos que circulan por el sector.
Asimismo, y a falta de recursos, para terminar la construcción de la barrera de protección “artesanal”, la propietaria dejaba cada noche su camioneta (herramienta de trabajo ya que es comerciante y realiza repartos) estacionada frente a su hogar, para proteger uno de los dormitorios, vehículo que fue destruido por un conductor que en estado de ebriedad perdió el control y chocó contra su camioneta Toyota Hilux.
“Lo malo de todo esto es que nadie responde, ni por la casa, ni por los autos. Estoy desesperada, sólo ruego que instalen una barrera ya que mi familia corre peligro y esto se ha transformado en una pesadilla para nosotros”, concluyó esta indefensa vecina de Río de la Mano.

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